FUENTE:
http://www.elperuano.pe/Edicion/noticia-aprendiendo-a-ahorrar-40583.aspx
Plan Piloto: Cuando El Desarrollo tiene Rostro de Mujer.
Mujeres de zonas rurales obtienen crédito e impulsan microempresa
Agrorural, Care y Banco de la Nación promueven alfabetización financiera
“Juñushcani juijita bancupi wawaicupa estudiuncupa” (“Yo ahorro en el banco para que mis hijos puedan estudiar”)
CÉSAR CHAMAN cchamna@editoraperu..com.pe
En la comunidad campesina de Puchcas, Ayacucho, Mercedes López Quispe cría cuyes en su casa. Hoy se ha convertido en dueña de un negocio que le está dando beneficios. Esto gracias a que aprendió a ahorrar e invertir. Es que desde el año pasado, ella y otras madres de familia beneficiarias del programa Juntos participan en el proyecto piloto de Alfabetización Financiera que impulsa el Ministerio de Agricultura por medio de Agrorural.
Como en todo proceso de alfabetización, las mujeres comenzaron por deletrear los términos básicos, pero esta vez de la bancarización. Y, así, aprendieron lo que es un fondo de seguros, una superintendencia de banca, los secretos de la inversión productiva y cómo se calcula la utilidad de un emprendimiento.
Entre Mercedes y sus amigas, la palabra más empleada en las conversaciones de las últimas semanas se escribe con cuatro letras: “¡Uñuy!”, vocablo quechua que al castellano puede traducirse como “ahorrar” o “guardar”.
Desarrollo inclusivo
Con apoyo de Care Perú, el proyecto piloto se orienta a informar a las mujeres de las zonas altoandinas respecto a la importancia de las microfinanzas como herramienta para el desarrollo rural inclusivo.
Sin embargo, cuando los promotores llegaron a la comunidad con la idea de alfabetizar en finanzas, mucha gente dudó y muy pocos creyeron que estas huantinas podrían acceder al sistema. ¿Acaso alguna vez en su vida habían pisado siquiera una agencia bancaria?
De a pocos, en talleres de capacitación y reuniones comunales, las primeras lecciones para las mujeres de Puchcas se centraron en explicar que el desarrollo debe mirarse como una escalera de tres peldaños: primero, información; segundo, ahorro, y, tercero, acceso al crédito para impulsar emprendimientos personales o familiares.
Mercedes captó el mensaje y empezó a ahorrar una parte de los doscientos nuevos soles que recibe cada dos meses como subsidio condicionado del programa Juntos.
En el pasado, igual que sus vecinas, su madre y sus abuelas, ella escondía sus moneditas bajo el colchón o en una lata de leche vacía.
Las cosas comenzaron a cambiar cuando todas conocieron a “Martina Huallpa”, el peculiar personaje creado para ilustrar las cartillas de alfabetización financiera. De la mano de esta instructora de sonrisa amplia y trenzas largas, aprendieron todo lo que necesitaban para iniciarse como clientes del Banco de la Nación.
Es cierto que Mercedes recibe los abonos de Juntos en el mismo banco, pero una cosa es ser beneficiaria de un programa social y otra distinta es ser ahorrista y cliente y –por si fuera poco– recibir un crédito para impulsar una empresa.
Para más señales, ella ahora maneja su tarjeta de débito con propiedad, usa como si nada el cajero automático que le da instrucciones en quechua y guarda su clave secreta lejos de la curiosidad de su esposo.
Costo y beneficio
En diciembre de 2011, pidió un préstamo de mil nuevos soles, con los que armó un galpón donde ahora cría 110 cuyes. “Antes tenía a todos mis animalitos juntos, hembras y machos, sueltos. Pero los ingenieros de Agrorural nos explicaron que lo mejor es separarlos y colocarlos en galpones. Así hemos mejorado la calidad de mis cuyes”.
“El costo de producción de cada cuy es ocho soles y el precio de venta es quince soles; tengo cuatro meses de gracia en los que solo pagaré intereses, más o menos 25 soles. Después, las cuotas de mi crédito serán de 200 soles, pero las pagaré con las ganancias de mis cuyes”, refiere Mercedes, con la seguridad de un asesor de empresas y la firmeza de una emprendedora nata.
El empoderamiento de la mujer
“Con un proyecto de inclusión financiera enfocado en mujeres logramos varios objetivos. Primero, una mayor atención a ciudadanas en zonas de pobreza que gracias a la capacitación ahora saben sobre créditos, ahorros e intereses en el sistema bancario”, explica Milo Stanojevich, director nacional de Care Perú.
En segundo lugar, ese acceso y esa participación generan un empoderamiento entre las mujeres. “Y como sabemos muy bien, las mujeres son un elemento clave en el desarrollo de sus familias y sus comunidades”.
Se ha comprobado a escala mundial que cuando un país invierte en generar y reforzar las capacidades de su población femenina, esa inversión social se multiplica, porque cada mujer empoderada vela por el bienestar de su hogar, cuida la educación y la salud de sus hijos y empieza a asumir un rol más independiente dentro del hogar.
• 222 mil retiros de dinero sin uso de clave se hicieron en las oficinas del Banco de la Nación (BN), en abril de 2011, en las agencias que funcionan en las zonas de cobertura del programa Juntos.
• Al año siguiente, en febrero de 2012, el número de operaciones sin clave se redujo a 23 mil en estas mismas zonas. Esto quiere decir que las beneficiarias aprendieron a usar los cajeros automáticos.
• El Banco de la Nación tiene cajeros automáticos que dan instrucciones en quechua y aimara.
Palabra de mujer
"Ahorrar es guardar un poco de lo que tengo ahora para que mi hijo esté mejor, yo no quiero que mi hijo sea campesino. A mis amigas les digo que guarden muy bien su clave del banco. No falta un vivo que te dice: Dame tu clave, mamita. Pero a nadie tengo que darle ese número, ni a mi esposo ni a mi hijo. Antes dependíamos completamente de nuestros esposos, pero ahora ya no. Ahora somos independientes. Cuando pido un préstamo al banco para mejorar mi negocio de cuyes, tengo que pagar. Si no, van a decir: Esta es una incumplida, esta es una morosa.”
Elsa Quintero Soto. Comunidad de Espíritu Santo, Huanta-Ayacucho.
Las razones de Agrorural
Julio Villanueva Cárdenas (*)
“Todos sabemos que en el mundo andino, la mujer es la que conduce el hogar. Una mujer maneja mejor que un varón las finanzas del hogar. Entonces, si queremos impulsar una propuesta de inclusión financiera, es natural que la administradora de la casa se capacite. Por eso nos dirigimos a la mujer.
Hemos concentrado el piloto de Alfabetización Financiera en los distritos donde funciona Juntos porque ese programa tiene una excelente focalización de los beneficiarios y todo un soporte organizativo.
En las zonas donde impulsamos este piloto procuramos promover –vía los microcréditos– los emprendimientos cuyos productos tienen mercado en la zona de aplicación, como la crianza de cuyes, gallinas, conejos y animales menores.
En Ayacucho, apoyamos también iniciativas en artesanía, turismo, gastronomía y proyectos que tienen garantizadas sus opciones de sostenibilidad en el mediano y el largo plazos.”
(*) Subdirector de Servicios Financieros de Agrorural