La segunda experiencia la viví en Lima en el año 198) en el patio de honor de la Comandancia General del Ejercito (Pentagonito) cuando salía de una reunión de Consejo de Ministros. Cruzando ese amplio patio de entrada bajo una tensa garúa, por fracción de segundos el mundo al mi alrededor en dos círculos que giraban inversamente, se transformó y me rodearon desde una posición de mando que detentaba, personajes del imperio romano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario