domingo, 7 de agosto de 2011

“TUPANANCHICAMA” Hasta que nos Volvamos a Encontrar






En el escenario de nuestros Andes existe una palabra que resume muchos conceptos: TUPANANCHICAMA. Significa algo más que un adiós, o un hasta pronto. Quiere decir que nos volveremos a encontrar no solo en uno sino a los muchos niveles de nuestra existencia.



Luego de 5 años al frente de PRONAMACHCS – hoy AGRO RURAL no encuentro una mejor palabra  para expresarles mi profundo agradecimiento a todos mis compañeros de trabajo y hermanos con los cuales he compartido vivencias y experiencias en el Mar de Grau, en la Costa, Sierra y Amazonía. Muchas gracias por su amistad y por la gran labor profesional y personal realizada en favor de los más pobres del Perú.


Me llevo grandes recuerdos experiencias, valores y principios de estos últimos años. Con todos ustedes en algún momento compartimos responsabilidades  ya sea en el sector público, en la sede central del Ministerio de Agricultura, Pronamachcs,  AGRO RURAL, en las Direcciones Zonales, en los programas Especiales en el territorio Nacional y sobre todo en los Comités Conservacionistas  y Organizaciones. Gracias a los hermanos de los entes cooperantes internacionales. Gracias a mi esposa y familia por su paciencia y comprensión en las ausencias propias y riesgos de las responsabilidades de un servidor público. Para todos ellos mi abrazo y profundo agradecimiento.


Mis sinceros deseos de éxito a los funcionarios que toman la posta. El desarrollo Rural es y debe ser una Política de Estado


Me llevo en el corazón los  grandes valores de las Leyes Incas. MUNAY: LA Ley del Amor, LLANCAY: La Ley del Servicio, del trabajo y la Creatividad y YACHAY: La ley de la Sabiduría.


Me llevo la magia y maravillas de las tradiciones andinas y los diferentes mundos en el que se desenvuelve la vida de millones de compatriotas:   

Uku Pacha, Kay Pacha y Hannan Pacha: Mundo Subterráneo: La Serpiente, Terrenal el Puma  y Superior el Cóndor.


Me llevo la satisfacción de las obras realizadas para mejorar las calidad de vida y productividad de los hermanos de las zonas rurales tradicionalmente olvidadas. Pero más que un recuento de obras y servicios fue más impresionante la forma como fueron hechas. Un ambiente de Coparticipación y Reciprocidad emulando el Ayni de los Incas.


Me llevo la gran lección que para entrar en algún hogar o proyecto y en el corazón de los hermanos de las zonas rurales de nuestro querido Perú, siempre hay que solicitar respetuosamente y pedir permiso a los Apus y las comunidades y organizaciones campesinas.


Gracias queridos amigos. Cuenten siempre conmigo

“TUPANANCHICAMA”.

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